lista,porque se señala a Cleopatra,María de Médicis,Emperatriz Carlota de México,ratona
Minnie Mouse, Pompadour, crinolina, camarera, fantasía, primavera, paje, pastora, florista,
marinera, flor, colombina y disfraces singulares como mota de polvo, reloj, Lucky Strike o
102
cucaracha. Para los hombres, en cambio, la gama no es tan extensa y se indica que se
103
disfrazaban de Mefistófeles,Diógenes,Hombre Invisible,pierrots,estudiantes,negros. En
definitiva, estamos frente a un cuadro que se posiciona al margen de la realidad nacional.
Paralelamente, a un nivel popular el panorama cambia. Aquí aparecen trajes estrechamente
relacionados con nuestra historia, entorno y vida cotidiana. La gente se vestía de animales
como los monos y los osos y de personajes propios como los yumbos,indígenas de la Región
Amazónica que eran representados con torso desnudo,taparrabos,plumas y canastilla al hom-
bro. No faltaban las viejas chuchumecas que vestían con coloridos trajes,follones y trenzas. En
su recorrido por las calles lanzaba colaciones con ají, granos de morocho o maíz para atraer
a los niños,que al acercarse corrían el riesgo de recibir un latigazo,más todavía cuando le gri-
taban“mama chuchumeca,cara de muñeca”. A esto hay que sumar a los capariches,indígenas
que se dedicaban a la limpieza de la ciudad;las bolsiconas,que usualmente eran las vendedoras
de los mercados;las camisonas, disfrazados que salían con bata de mujer a provocar con des-
104
caro a los muchachos, que le alzaban la falda y recibían por ello un latigazo, y las cocineras.
Pero,el personaje más popular y característico fue el payaso.Este,vestido de bombachos,
105
con careta y bonete y llevando su chorizo, recorría las calles de los barrios quiteños
106
creando un auténtico ambiente festivo con su vistosa presencia, travesuras y chanzas.
A
su paso se le juntaban los muchachos y chiquillos gritándole “payasito la lección, payasito
la lección”. Entonces daba su “lección” que consistía en mandamientos, bienaventuranzas,
pecados capitales o simplemente cachos verdes o colorados, provocando la risa de su pú-
107
blico,que luego con alegría repetía las bromas a los ausentes. Se le gritaba a la vez frases
como“payasito que no valís, al diablo te parecís” para provocarlo y comenzar un riesgoso
108
juego de persecución,porque quien no podía esquivarlo recibía un tremendo chorizazo.
1
02
Notas Sociales. En el Club Pichincha, p. [4]; El elegante baile del Club Pichincha, p. 1; Social. Ecos
del baile del Club Pichincha, p. 2; Notas Sociales. El 6 de enero en Quito, p. [4]; Finalización de los
inocentes. El corso de flores de ayer, p. 1; El corso de flores de ayer, p. 6; Con bastante animación
verifico ayer corso de flores, p. 8.
1
03
El elegante baile del Club Pichincha, p. 1;Social. Ecos del baile del Club Pichincha, p. 2;El corso de
flores de ayer, p. 6; Finalización de los inocentes. El corso de flores de ayer, p. 1.
1
04
Crónica.Vamos. (5 de enero de 1907). El Comercio, p. [3]; Crónica. Escándalos, p. [3]; De Ino-
centes. (8 de enero de 1922). El Comercio, p. 1; Con éxito se organizaron bailes populares en plaza
San Francisco, p. 1; El juego de aguinaldos era costumbre pintoresca que casi ha desaparecido. (31
de diciembre de 1945); M. Flores, La fiesta de inocentes y año viejo. Una síntesis de costumbres
desvanecidas, pp. 52 y 61-62.
1
05
Vale señalar que el chorizo solía elaborarse con una media nylon de mujer que se rellenaba para
convertirla en un objeto duro con el cual corretear a los presentes.
106
107
108
El Comercio, p. 2; Burócrata, Payasito, la lección… (2 de enero de 1942). El Debate, p. 2.
Burócrata,Payasito,la lección…,p.2;Max Lux,Cosas de payasos.(7 de enero de 1941).El Comercio, p.4.
Burócrata, Payasito, la lección…, p. 2.
2
7