incluye a todo el territorio provincial, considerando de interés turístico aquellos lugares
ubicados en los departamentos: Río Hondo, Guasayan, Ojo de Agua, Choya, Rivadavia y
Copo. Los cuales han sido centros de proyectos que desarrollan infraestructura destinada
al turismo en todas sus facetas. Estas intervenciones en proyectos turísticos se han basado
en lo que técnicamente en turismo se llama “acondicionamiento de los espacios turísticos”
(Romano, 2012; Cajal, 2019), siendo atractivos turísticos de mayor relevancia para la
provincia: la modernización de la ciudad de Las Termas de Río Hondo, ciudad de
Santiago del Estero y, en menor porcentaje, la ciudad de La Banda, con la adjudicación
de diversas obras públicas millonarias, destinadas a la construcción o remodelación de
edificios considerados patrimonios culturales, y el mejoramiento de los espacios públicos.
Entre las obras realizadas se pueden destacar, en el caso de la ciudad capital, el Centro
Cultural del Bicentenario, Parque Aguirre, Tren del “desarrollo”, Avenida
Circunvalación, Complejo Juan Felipe Ibarra, etc. Mientras que en la ciudad de Las
Termas de Río Hondo: la construcción de la Costanera, Autódromo Provincial Termas de
Río hondo, el Aeropuerto Internacional Termas de Río Hondo, el Museo del automóvil,
isla Tara Inti, la remodelación del Parque Miguel de Güemes y la Secretaría de Turismo,
como también, franquicias de emprendimientos públicos y privados, tales como la
construcción del Hotel 5 estrellas de la cadena hotelera Amerian, Hotel Termas 1, el
campo de Golf, etc.
Según estudios realizados (Romano, 2013; Cajal, 2019) que prevén el
proceso de transformación al que se sometió la provincia de Santiago del Estero para
fomentar el turismo, se puede advertir que la provincia no posee un “plan de desarrollo
turístico” consolidado que dé cuenta del interés político por parte de Estado de incorporar
al turismo dentro de la Agenda pública, en donde se han generado transformaciones para
el turismo en el caso de Las Termas de Río Hondo, sin considerar la capacidad de carga
de la ciudad, es decir al uso máximo que pueda hacerse de un lugar sin producir el
deterioro de sus recursos que puedan causar impactos adversos sobre la sociedad,
economía y la cultura local (Maduca, 2003). Esto ocurre principalmente, por la falta de
estudios y análisis previos a la hora de incorporar modificaciones sustanciales, sin la
debida planificación que, más que beneficios, generan consecuencias tales como: la
sobreexplotación del uso de recursos naturales únicos en el mundo como las aguas
termales mineromedicinales, la pérdida del patrimonio cultural gracias a la construcción
de grandes obras de infraestructura; la deforestación, la desaparición de algunos animales
autóctonos, de sitios y yacimientos arqueológicos, tierras vírgenes, siendo las
consecuencias que se pueden mencionar que han producido estas prácticas desmedidas
de desarrollo turístico implementadas por el gobierno provincial en los últimos 15 años.
Para que el desarrollo turístico sea sustentable en la ciudad, debe ir al encuentro de las
necesidades de la población local, garantizar la protección del medio ambiente, satisfacer
la demanda turística actual y -haya o no incrementado el número de turistas- mantener
la atracción del lugar al igual que su calidad ambiental, lo cual no se ha podido
proporcionar. En muchas ocasiones se ha podido observar, que los funcionarios públicos
hacen uso del concepto de turismo sustentable sólo en el discurso, pero en la práctica