algodón para fabricar los tapices; se indica también que la fabricación ancestral de los
morrales, inspiró la elaboración de los tapices; antes de la llegada de los españoles, colocaban
los morrales encima de las llamas, utilizadas como animales de carga. Para realizar el diseño
de los dibujos de los tapices, se utiliza un hilo; actualmente, los tapices tienen fines
principalmente decorativos; para tinturar, se utiliza ciertas plantas que brindan los colores
rojo, amarillo y verde. Un grupo de aproximadamente 30 Salasaca de la comunidad de
Guasalata, fueron capacitados en la obtención de estas tinturas, participando en el inventario
de las plantas promisorias para la extracción de colorantes y haciendo las pruebas de
obtención de los mismos; el único color que no se logró obtener fue el azul, pero sí se obtuvo
el fucsia y el morado, especialmente de una planta llamada localmente colca, de la cual se
extrae un polvo rojizo, al que se añade un poco de cochinilla y un poco de limón; a esta
mezcla se la hace hervir por algunas horas, obteniéndose el color morado y al final el fucsia,
pero es un procedimiento muy engorroso para el objetivo que se persigue, requiriéndose de
bastante leña o gas para alcanzar el punto de color deseado.
Posteriormente se llevó los tapices teñidos con estos colorantes a los almacenes, pero
no fueron lo suficientemente valorados, por lo que este tipo de procedimiento se suspendió.
Sin embargo, se piensa que si el mismo procedimiento de preparación del color y el posterior
teñido, es realizado por un turista extranjero, él muy probablemente lo va a valorar, ya que
hizo el esfuerzo por obtener el producto, y una situación así haría que él, en otra ocasión,
traiga a sus amigos a que tengan la misma experiencia y, entonces sí, se tenga pedidos que
justifiquen esta ardua labor. Pero actualmente se utiliza anilinas, compradas en Ambato,
resultando tapices menos rústicos; a algunas personas les gusta los tapices rústicos, y a otras,
los finos. Adicionalmente, los niños, que antes, por no ir a la escuela, se dedicaban al telar,
ahora lo han abandonado, haciendo esta labor solo en sus tiempos libres, además de que
actualmente no hay una demanda tal que justifique que todos los miembros de una familia se
dediquen a este trabajo, debiendo cultivar la tierra, actividad que resulta más rentable y que
les provee su sustento diario.
Lorenzo Masaquiza, administrador de un vivero particular, señala que existen tejidos
propios de la comunidad, elaborados completamente de lana de oveja; en la zona de estudio
no existe una fábrica textil; todo es hecho artesanalmente. Indica que después de la
dolarización en el Ecuador (año 1999), los artesanos se han dedicado a otras actividades, tales
como la agricultura y la construcción. Actualmente, solo unas cinco familias se dedican a
elaborar tejidos, ya que estos productos son poco vendibles a los turistas; para algunos de
ellos, una prenda con un valor de un dólar ya les resulta caro; por otro lado, el esfuerzo que
requiere fabricar un tapiz es demasiado grande para el poco precio que los visitantes están
dispuestos a pagar. Actualmente, la mayor parte de las artesanías que se venden en la plaza de
la comunidad son otavaleñas, tales como las gorras y las mochilas. Por otro lado, los Otavalo
exportaron durante cierto tiempo los tapices Salasaca diciendo que eran otavaleños. El
entrevistado manifiesta que tenía un taller propio, pero que ahora está trabajando en un telar
prestado, ya que anteriormente no tenía posibilidades reales de poner sus productos en el
mercado. Actualmente trabaja en el vivero, en construcciones y en cualquier otro trabajo